Antes de acudir a la entrevista deberías informarte acerca de la empresa todo lo que puedas. Así demostrarás que esa entrevista de trabajo no es una entrevista laboral más.
Pon en claro tus fortalezas y debilidades. Prepara tu discurso y escríbelo si es necesario. Recalca tus fortalezas y haz de tus debilidades una fortaleza con argumentos sólidos.
Hoy en día se tiende a realizar las entrevistas de trabajo por competencias. Prepárate y piensa cuáles son tus aptitudes o competencias.
Lleva impreso tu currículum. Las entrevistas de trabajo normalmente se basan en tu currículum, así que intenta preparar respuestas a posibles preguntas sobre todo lo que en él ponga.
Este punto siempre genera conflictos, pero trata de ir a la entrevista vestido acorde a las creencias de la empresa. Ve de traje si la cultura corporativa es más clásica y viste más informal si es más moderna. No te olvides de que, en cualquier caso, tu ropa habla de ti. Lleva ropa lavada y planchada.
Aunque te parezca una obviedad, no te olvides de la higiene. Es recomendable ir recién duchado, con los dientes limpios y afeitado si eres un hombre.
Acude sólo a la entrevista. Es posible que la entrevista se alargue y los nervios de pensar que te están esperando hagan que no ofrezcas la mejor de tus caras a la empresa.
Sé puntual. No importa si llegas antes de tiempo y esperas cinco minutos. La falta de puntualidad en una entrevista laboral no es un buen aliado.
Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo. El entrevistador va a preparar la entrevista. Haz tú lo mismo.
Sé tú mismo. No intentes vender que eres quien no eres, ya que al final se darán cuenta.